A inicios de febrero de 2025, el presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, había anunciado un arancel del 25% a todos los productos importados de México y Canadá, a excepción del petróleo canadiense que tendrá un arancel del 10%. Asimismo, Trump inicialmente había puesto un arancel del 10% a todos los productos importados de China. Estas medidas fueron consideradas como represalias de EEUU hacia estos países por el aumento desmedido de migrantes indocumentados y el tráfico de drogas, como el fentanilo.
Si bien días después del anuncio, Trump suspendió por 30 días las medidas tomadas hacia México y Canadá, en este blog te contaremos las devastadoras consecuencias en caso de que entren a regir en el futuro cercano.
Primero, debes comprender que un arancel es un impuesto que aplica a bienes de fabricación externa y que debe ser pagado por la empresa importadora al gobierno de su país de origen. EEUU al imponer estos aranceles ocasionará que los importadores estadounidenses deban pagar el impuesto a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos cada vez que ingresen productos provenientes de México, Canadá y China.
Con la imposición de los aranceles por parte de Trump, las empresas importadoras estadounidenses deberán asumir más costos o buscar proveedores de otros países con menores aranceles. En cualquier caso, los productos de los exportadores de México, Canadá y China pierden competitividad en el mercado estadounidense. Con ello, los ingresos de las empresas exportadoras de estos países se verán afectados significativamente.
Para comprender las consecuencias, las siguientes gráficas muestran el porcentaje de las exportaciones totales de cada país (México, Canadá y China) hacia EEUU, así como también el peso que tienen dichas exportaciones respecto al Producto Interno Bruto (PIB) de cada país. Estas gráficas muestran la alta dependencia económica que presentan México y Canadá.


Fuente: Balanza comercial de cada país.
Elaboración propia.
Por tanto, se podría estar presenciando la pérdida de miles de empleos y una desaceleración económica en estos dos países. Todo lo anterior puede generar un efecto no deseado para la política de Trump. Si las economías de México y Canadá se ven afectadas drásticamente, se puede acelerar la migración hacia Estados Unidos debido a la proximidad geográfica.
Por otro lado, como los importadores estadounidenses asumen un mayor costo debido a los aranceles, estos serán trasladados al consumidor final. Además, Canadá juega un rol clave en el suministro de petróleo y carbón al norte de Estados Unidos, por lo que se impactará significativamente los costos energéticos. Todo lo mencionado previamente implicará mayores presiones inflacionarias y un encarecimiento en la calidad de vida para las familias estadounidenses, lo cual iría en contravía de la promesa de Trump durante la campaña electoral de disminuir el costo de vida.
A su vez, es probable que la Reserva Federal de Estados Unidos, encabezada por Jerome Powell, mantenga o incluso aumente las tasas de interés precisamente para proteger el poder adquisitivo de los estadounidenses. Esto tendrá implicaciones globales como, por ejemplo, el fortalecimiento del dólar. Para países como México y Canadá, cuya balanza comercial es deficitaria con EEUU (es decir, importan más productos y servicios de este país a comparación de lo que exportan), esto se traducirá en una mayor inflación.
En definitiva, dada la interconexión de los diferentes factores, la guerra comercial de los aranceles impactará negativamente las economías de México, Canadá y Estados Unidos. Dado que estos países, junto con China, son grandes jugadores en el comercio internacional, el efecto coletazo también se sentirá en todas las economías del mundo.

